5 estrategias constructivas para ahorrar energía
Ahorrar energía ayuda a reducir el impacto ambiental y contribuye a combatir los efectos del calentamiento global y del cambio climático. Reducir el consumo de energía en un proyecto de obra no solo ayuda al medioambiente, sino que también disminuye los costes de explotación.
Según datos de la Comisión Europea, los edificios son responsables del 40% del consumo energético y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa. Nuestro sector tiene un gran impacto energético, no solo a la hora de realizar mantenimiento de edificios, sino también durante el proceso constructivo.
Por este motivo los profesionales de la construcción trabajamos para encontrar estrategias que contribuyan al desarrollo sostenible y disminuyan el impacto sobre el medio ambiente. Hoy compartimos contigo las 5 estrategias favoritas del equipo de Comoli para que puedas empezar a trabajar con ellas:
Plan Integral de Gestión Energética
La aplicación de un plan integral de gestión energética es una forma eficaz de reducir el consumo de energía en una obra. Estos planes suponen desarrollar estrategias para regular los costes de calefacción y refrigeración, garantizando siempre un ambiente confortable.
Estos planes ayudan a los jefes de obra a realizar un seguimiento y control del uso energético del edificio que se está construyendo, y a tomar decisiones informadas que reduzcan el consumo total de energía de la instalación.
Esto puede lograrse modificando diversos componentes de la instalación o adoptando nuevas tecnologías más eficientes desde el punto de vista energético.
Energías renovables
Incorporar energías renovables es uno de los grandes impulsores de mejoras de rendimiento energético. En este sentido, las soluciones integradas en las fachadas de módulos fotovoltaicos proporcionan, además, unos elevados valores de aislamiento térmico y muy buena protección contra el ruido. También, la geotermia de baja temperatura es un recurso natural que puede ser empleado para la producción de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria en los edificios.
Un buen sistema de aislamiento térmico
Un sistema correctamente montado puede suponer un ahorro de hasta el 60% en costes energéticos, tanto en climas calientes como en climas fríos.
Es una estrategia clave para reducir el consumo de energía en tus obras durante los meses de verano. El aislamiento ayuda a reducir la transferencia de calor entre dos medios y evita que entre en una estructura o instalación. Un sistema de aislamiento eficaz puede ayudar a reducir los costes energéticos hasta un 25%, además de mejorar la eficiencia y prolongar la vida útil de los equipos.
Reutilizar materiales
La reutilización de materiales existentes puede ahorrar una cantidad significativa de energía en comparación con la fabricación de nuevos productos. Por ejemplo, el acero y el aluminio reciclados son especialmente útiles, ya que pueden fundirse y transformarse en formas y tamaños útiles para la construcción de edificios.
Además, el reciclaje de palés de madera es cada vez más popular, ya que permite una reutilización más eficiente de la madera que los métodos tradicionales, como la tala de árboles.
Gestión del agua y la electricidad
Utilizar iluminación LED de alta eficiencia energética en lugar de bombillas incandescentes o fluorescentes puede reducir significativamente el consumo de energía. Asimismo, instalar en la obra sensores de movimiento para zonas que se usarán menos garantizará que las luces se enciendan solamente cuando sea necesario.
Por otro lado, puede ser útil implementar sistemas de recolección de agua de lluvia para utilizarla posteriormente.
Estas son nuestras estrategias favoritas, y tú, ¿añadirías alguna? ¿cuál te parece más importante utilizar?